jueves, 29 de diciembre de 2011

¿Cómo se puede ser cristiano sin llegar a ser cristiano?

Pienso que el cristianismo puede ser estudiado desde dos posiciones diferentes, la apologética y la critica objetiva.
Ser podría añadir una tercera, que sería la critica hostil, pero esa no me interesa.
Desde la apologética, la observación tiene una carga de subjetividad que determina el resultado de la observación, el observador se predispone para la confirmación en aquello en lo que cree.
La otra opción es el análisis histórico-critico, y a partir de él extraer información objetiva sobre la que poder distinguir qué elementos se corresponden con los hechos tal cual sucedieron, y que otros elementos fueron creaciones literarias o teológicas.

La apologética es sobre todo discurso propagandístico y justificador,  su principal misión es la defensa de la Fe.
O lo que es lo mismo, la defensa de una doctrina en relación a otra sobre la que hay discrepancia.
La verdad objetiva, desde la argumentación apologetica, no importa,  lo se busca convencer.
Las palabras y las ideas, son las que establecen la realidad en la medida en que estas palabras sean consideradas aceptables por el oyente, en la medida en que el oyente es convencido, se va creando en él, una convicción que determinará lo que es cierto y lo que es falso, por eso dice el texto bíblico, que la Fe viene por el oír.
La apologética,  es la defensa de una idea que se quiere afirmar, para contrarrestar las ideas que puedan poner en el peligro la consolidación de la idea que se quiere establecer como cierta.
Es una forma de argumentación relacionada con un conflicto de poder, pues quien convenza establecerá cual es la verdad.
Y la verdad,  se podría definir como  visión subjetiva de un objeto observado desde una determinada posición, que ofrece una perspectiva circunstancial.  Lo que solemos denominar como “verdad absoluta”, no sería otra cosa que un hecho objetivo.
De modo que para saber qué cosa es la verdad, tenemos que saber determinar cuál es el hecho objetivo sobre el que se desea hacer un juicio.

Por ejemplo:
Imaginemos alguien,  de pronto,  gritara.
El hecho objetivo es que alguien ha gritado. La verdad absoluta es que una persona ha gritado.
Las causas de ese grito pueden ser diversas,  las desconocemos, la única información de la  que disponemos es la constancia del grito.
Si queremos  conocer la causa por  la que esa persona ha gritado, tendremos que especular, basándonos en la información complementaria que tengamos acerca de esa persona y de sus características, estableceremos la posible causa, la que nos parezca más lógica y convincente.
El resultado de esa especulación será la causa del grito y se establecerá como verdad.
La defensa de esa verdad producto de la especulación, será una argumentación apologetica.
Pero si nos vamos a la verdad absoluta; o lo que es lo mismo, al hecho objetivo, nos encontramos con  la emisión de un grito. Esta constatación es lo que la historiografía crítica nos aporta, poniendo en evidencia o en cuestión permanente a la verdad especulativa establecida.

¿Y cómo aplico esto en relación con el cristianismo?
Porque el cristianismo ha establecido una doctrina, según la cual, Cristo a muerto para redimir a la humanidad.
Pero esta verdad es una verdad especulativa, ligada a un hecho objetivo, la existencia de un rabino judío del que históricamente se sabe poco.
El problema con el que me encuentro, es que la doctrina exige que esta creación teológica sea creída como un hecho histórico, dándole carácter de hecho objetivo.
La muerte redentora de Cristo, es el resultado de una interpretación, al menos esa es la unica conclusión posible si nos atenemos a realidad histórica, una interpretación cuya finalidad es crear un sistema doctrinal que transmita una enseñanza espiritual, que dota de carácter definido al cristianismo, y en la actualidad es difícil observar el cristianismo desde otra perspectiva.
Sin embargo, sí que es posible considerar otros cristianismos, que serán también verdades especulativas relacionadas con el mismo hecho objetivo, la existencia de un rabino judio,  del que nos han llegado ecos de sus enseñanzas espirituales.
Posiblemente con estas consideraciones me quedo al margen de cualquier iglesia cristiana contemporánea, pues todas se fundamentan en la muerte redentora de Cristo.
De ahí el titulo de esta entrada al Blog. ¿Cómo se puede ser cristiano sin llegar a ser cristiano?
Porque ser cristiano en la actualidad, en cualquier iglesia del mundo, significa ser fiel a la doctrina de la muerte redentora en la cruz. Y yo en estos momentos siento más interés en la enseñanza  espiritual de Cristo, que por la doctrina tradicional, que centra en la muerte y resurrección de Cristo, el mensaje salvífico.
 Por eso, aunque la doctrina construida a través de la muerte y resurrección de Cristo como mecanismo de redención, resulta útil para quien la observe de ese modo, y es la doctrina que define el mensaje central del cristianismo, yo prefiero otra visión de Cristo y de su enseñanza.
Lo cual me deja fuera del cristianismo tradicional, de manera que sin ser cristiano; no tradicional, lo sería en cuanto que contemplo la enseñanza espiritual de Cristo desde una perspectiva diferente, más cercana a la del  “Buen Pastor”,   que a la del Cristo como cordero sacrificado.
Ambas formas son verdades especulativas, aunque una de ellas es la que define al cristianismo y le confiere sentido y carácter.

De modo que con este razonamiento,  me quedo fuera de cualquier denominación cristiana,  digamos que doctrinalmente  no soy cristiano, me he salido del cristianismo tradicional, y me siento; he de decirlo, muy liberado, encontrando un camino más comprensible hacia Dios a través de Cristo.
Un cristianismo oficioso, que no necesita de la complicada construcción de una estructura teológica, que convierta en deidad a un ser humano, para que todo el conjunto de la doctrina tenga sentido.

Vicente Rocamora






6 comentarios:

  1. Gracias, muy interesante. Tampoco me siento identificado con gran parte de un cristianismo basado en tradiciones, o literalismos, o conceptos preestablecidos. Pero me siento cristiano.

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  2. Vicente! Afortunadamente actualmente hay comunidades cristianas que vivimos la Buena Nueva prescindiendo de la interpretación "sacrifical" de la muerte de Jesús. Resumiendo mucho, partimos de la "Bendición Original" más que del "Pecado Original".
    Un abrazo!

    Jordi

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  3. Gracias por tomaros el tiempo de leer y comentar esta reflexion.
    Como ahora estoy manejandome con el telefono no mr extendere.
    A la noche en casa podre comentaros. de momento decir que ojala hubiera triunfafo unadoctrina ligada a la idea del buen pastor, en lugar de la wue sl.fimal.ha llegado a nosotros, estoy explorando.una via diferente, nos leemos.

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  4. Muchísimas gracias por tomar en cuenta nustro blog. Es lo que pretendemos, crear un espacio de reflexión libre y respetuosa. Gracias.

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  5. Pienso que voy camino de una "desvengonzada" propuesta de re-fundación del cristianismo.
    ¿Por que no es posible plantear esa re-fundación si después de todo como explico en la entrada del blog, la doctrina es un más un método, elaborado a partir de una especulación?
    Esto no significa que todos los elementos tradicionales no sirvan, o que la tradición sea obstáculo en si misma; la tradición, como experiencia acumulada está bien, pero como recinto cerrado me parece un problema.
    De modo que ahora cabe preguntarse, ¿Y ahora qué?
    Tras escribir esto, difícilmente puedo encajar en el anglicanismo, estoy en el aire, pero tampoco me supone un problema.

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  6. no me malinterpreteis, no voy a crear ninguna nueva.iglesia, salvo en todo caso una unipersonal

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