Somos un grupo de personas de diferentes familias cristianas que compartimos nuestra fe y nuestra mesa, nuestras penas y nuestras alegrías, y que creemos que por encima de doctrinas, dogmas y demás proposiciones, está la dignidad de la persona humana como creación a imagen y semejanza de Dios; por tanto nuestra convicción es que cualquiera de estas proposiciones, por muy sagradas que pretendan ser, si van en contra de dicha dignidad, van tambien en contra de la misma naturaleza y enseñanzas de Dios, y, obviamente, del Evangelio. Asimismo creemos que los actuales modelos eclesiales y muchos planteamientos morales que presentan la mayoría de realidades del amplio mapa cristiano actual, ya no son válidos, en muchas dimensiones, para dar respuesta a los problemas que nuestra sociedad afronta; por ello creemos que es necesario crear nuevos espacios de reflexión, convivencia y adoración cristiana así como de compromiso misionero, sin que esto signifique la creación de una nueva Iglesia. No pretendemos destruir nada, sino todo lo contrario, pues estamos también convencidos de nuestra vocación a la Misión de Dios para el mundo, que no es otra que la creación de una nueva realidad habitada por un Hombre reconciliado consigo mismo, con los demás y con su creador.
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